Puede decirse que 2019 es el año de la consolidación para algunas de las prácticas relacionadas con el posicionamiento SEO que más se venían utilizando últimamente. Google, haciéndose eco de dichas propuestas, ha terminado por convertirlas en tendencia al otorgarles un valor añadido cuando se trata de ubicar una web en un puesto u otro de los motores de búsqueda. Así, es más que probable que ninguna de las tendencias SEO que a continuación desarrollamos te resulte extraña; como decíamos, ya hace tiempo que conviven con otras herramientas destinadas a posicionar un site, por lo que estamos más que acostumbrados a encontrarnos con ellas a diario. Veamos cuáles son los recursos SEO que más están dando que hablar durante 2019.
La usabilidad: Todo por y para el usuario
Desde la tipografía de los textos hasta los archivos descargables, pasando por los colores predominantes en el diseño de una web o el dinamismo de los obligados textos sobre privacidad, todos y cada uno de los elementos distribuidos en un site deben estar centrados en el cibernauta. La usabilidad (más conocida por las siglas UX —User Experience—) ha ido cobrando más y más protagonismo en los últimos tiempos, y a día de hoy es uno de los factores más determinantes a la hora de que nuestra web sea considerada como relevante para Google y lograr así sumar puntos para aparecer en la primera página de los buscadores.
Dado que la UX es un concepto (en la actualidad ya casi una disciplina) que involucra infinidad de facetas que se dan la mano en un mismo site, no podemos hablar aquí de todas ellas, por lo que solo esbozaremos las que consideramos más importantes. La configuración de una web (es decir, la manera en que están distribuidos los elementos de la misma) sigue siendo clave para que el visitante se sienta satisfecho mientras navega. Así, la claridad en cuanto a la presentación tanto de las distintas pestañas y/u opciones como la distribución de los textos y los componentes gráficos debe ser una prioridad absoluta: el usuario debe estar ubicado en todo momento y poder dirigirse a donde desee de forma sencilla y rápida.
Aunque a estas alturas resulta casi ridículo matizarlo, todavía hay infinidad de webs que no tienen en cuenta que la calidad (tanto de las imágenes como del contenido que albergan) no puede ser descuidada en lo más mínimo. Todo elemento gráfico debe ser presentado en alta resolución (salvo en aquellas ocasiones en las que la propia imagen no lo permita, claro), y cada uno de los textos incluidos tanto en el blog como en cualquier otro espacio del site debe ser cuidado en grado sumo: las faltas de ortografía, las incongruencias sintácticas o los enlaces caídos son antiguos lujos que en la actualidad no podemos permitirnos. El móvil antes que el ordenador
Dado que la mayoría de búsquedas son realizadas desde dispositivos móviles, el funcionamiento de una web en la pequeña pantalla ha acabado por convertirse en tendencia en posicionamiento SEO durante 2019. Más allá del diseño responsive, un site debe responder ante las particularidades a las que el formato móvil obliga (disposición de los distintos elementos de la web, adaptación de los componentes gráficos, tamaño de la letra de los textos, etc.). Además, la velocidad de carga ha pasado a ser otra de las consideraciones a las que Google otorga cada vez más valor: hacer esperar más de la cuenta al usuario mientras aguarda la llegada del metro o durante los cinco minutos de los que dispone para almorzar es motivo de condena.
La evolución natural de las palabras clave
Hacía tiempo que este aspecto venía haciéndose de rogar: la investigación de las palabras clave (o keywords) más adecuadas para posicionar este o aquel site ha ampliado sus horizontes de manera exponencial. Ahora, la tendencia SEO más en boga relacionada con estas herramientas tan imprescindibles para cualquier negocio online es dar con aquellas expresiones coloquiales más utilizadas por nuestro público objetivo. Así, el ámbito de las keywords se abre a prácticamente infinitas posibilidades, por lo que los expertos en SEO deberemos esforzarnos por encontrar aquellos mecanismos y técnicas que nos permitan descubrir cómo habla (y, sobre todo, cómo busca) ese usuario arquetípico con el que relacionamos a cada una de nuestras Buyer Personas.